Jose contra el cielo

Y ahí estaba José sentado en su pupitre,solo él sabe como provocar sin hacer nada.Empieza la clase y como siempre,José solía sentarse con Alex para hablar de las "jugadas" cotidianas.Tras llamarle la atención en reiteradas ocasiones,de pronto como un rayo,el cura alzó la mirada y gritó a José que se fuera fuera de la clase.El pobre José solo pudo irse (tampoco se iba muy triste...).

Al salir de la clase el cura preguntó:


- ¿Pero que le pasa a José? ¡El antes no era así! - Preguntó Don Juan.

- Creemos que tiene problemas familiares - Respondió un compañero
- ¿A si? - Sorprendido el cura

- Si,es que su padre se ha quedado en el paro - Abrió la lata uno de nosotros.

- ¡Y su madre es prostituta! - Otro que metió la pata

- ...y con eso de las drogas... - Para terminar de arreglarlo

- Bueno,bueno,buenoooo - Decía el cura mientras se echaba las manos a la cabeza


Al terminar la clase,José estaba en la puerta,esperando a que saliera la clase para entrar él y hablar con el profesor.Y al salir nos miraba con cara sonriente,mientras nosotros nos descojonabamos pensando: ¡La que te queda ahí dentro cuando entres,campeón!


Y así,cada vez que se encontraban el profesor y José,le preguntaba sobre el estado de su familia y si él lo había dejado con las drogas.Aún a día de hoy si lo ve,creo que le pregunta sobre el mismo tema.Y así fue como a José le cayó la ira del cielo en forma de cura cansino.

Frases míticas

Es curioso como a veces en la vida te cruzas con gente que te impulsa a hacer algo en un momento determinado y que luego desaparece como el recuerdo borroso de un sueño. Hasta que alguien te lo recuerda.

En esa situación podríamos colocar a "Mari Nieves", aquella profesora sustituta que, ahora mirando hacia atrás, supongo que tendría más miedo que talento para enfrentarse sino por primera vez de las primeras, a una partida de animales que empezaban a tener los cuernos retorcidos.

Por ese nerviosismo de profesora primeriza le surgían expresiones sin sentido, obviedades y demás perlas que inspiraron algo que fue mucho más allá que su recuerdo, porque sinceramente, no recordaba haberlas empezado por ella.
Pero así es, ella fue la primera. Y después vendrían 10 folios más ( por las dos caras) repletos de insultos, tonterías y pensamientos varios que aún hoy siguen apareciendo en algunas ocasiones.


Y así empezó todo.

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Recuerdo del viaje

Recuerdo con mucho cariño aquel viaje de fin de curso, un viaje que al margen del compañerismo, las risas, las gamberradas y las juergas tenía un tono melancólico oscuro, pues todos, algunos más, algunos menos, andábamos con la tristeza en los ojos, la tristeza de no poder alcanzar lo que inocentes de nosotros deseábamos a esa desastrosa edad de 17 años (para algunos unos pocos más, alex viejuno... xD) Con el viaje compartimos más que un viaje, yo sin duda me quedo con aquellos silencios compartidos, con sentimientos comunes, con las miradas perdidas.

Estoy seguro que ahora el viaje sería mucho más despreocupado de todo, la edad enseña y enseña bien, pero no lo cambiaría ni un ápice, porque cuando reíamos lo hacíamos de verdad, ese viaje nos hizo demostrarnos más que nunca que somos amigos, y lo seremos "hasta que el mundo se acabe". Recuerdo a uno de nosotros en la entrada de aquella cutrediscoteca sentado, con el alma en los pies, pensando que la vida le castigaba, que estaba perdiendo lo que le podía hacer feliz el resto de su vida, irónicamente creo que ahora no puede ser más feliz (bueno, si no tiene una cerveza en la mano ahora mismo sí que puede ser más feliz) Recuerdo también a otro que necesitaba el silencio más absoluto del mundo, el que anhelaba un momento de soledad para sí mismo, para ser él mismo en aquel momento, infeliz y desenfocado. Tampoco creo que pueda ser más feliz ahora mismo, otra historia como tantas de aquella semana. Recuerdo un ventilador girando, una charla por la noche en los jardines del hotel, unas miradas cruzadas, unos sentimientos reprimidos, unas decepciones...

Reíamos, bebíamos, disfrutábamos, pero todos guardábamos algo que nos pesaba y nos acompañaba mientras jugábamos a las cartas en las habitaciones, echábamos pasta de dientes en lugares insospechados, nos poníamos perdidos de espuma de afeitar, emborrachábamos a los profesores... un viaje sin duda irrepetible.

Suplantación de identidad

Que difícil es mantener en secreto una falsa identidad.Eso ocurrió en 1998 cuando estábamos en 2º de BUP,la tutora se puso mala y en su hora de clase,vino un profesor de guardia.Todos estábamos cerca:Huete,Alex,Juan,Xavi,Jose,Monti y yo.Cuando la clase tocaba a su fin el profesor pasó un folio en blanco con el anagrama del instituto (el mismo en el que hacíamos los examenes) y dijo que pusiéramos nuestros nombre para no tener que pasar lista.El pobre profesor que no era de nuestra devoción no sabía lo que hacía.

-"¡A que pongo Snoopy!"- Dijo Juan con voz desafiante.
-"No tienes valor" - Provoqué a Juan hasta donde llegaba su valentía.
-"¿Qué no...?" - Dio un paso firme Juan.
-"¡Cómo lo pongas,pongo yo Denilson de Oliveira!" - Comencé yo también a envalentonarme.
-"¡Pues entonces yo pongo Roberto Carlos Da Silva Junior!" - Se unió Alex a la fiesta.

El profesor pasó el folio,y cada uno escribió lo que había dicho.Al terminar todos los compañeros,empezó a leer el folio el sustituto.Su cara empezó a cambiar cuando leyó las "falsificaciones".Y empezó su discurso:

-"¿Pero que os habéis creído?Parecéis niños pequeños,así que tened cuidado,por si un día os caéis y os golpeáis la cabeza con el pesebre." - Gritaba el profesor.

Amenazó con no dejar ese acto así y se fue a dirección.A la mañana siguiente,volvió la tutora y con solo mirarnos a los 3 dijo que habíamos sido nosotros (muy hábil,¿no?) y comenzó su discursito también.Así acaba el gran caso de suplantación de identidad del 98 en el Jabalcuz.

El enésimo balcón

Armados con botes de espuma de afeitar, una borrachera antológica y muchas ganas de divertirnos, invadimos otro balcón más. Habíamos pasado media noche llamando de puerta en puerta, colándonos en las habitaciones por los balcones, despertando a bombo y platillo a los compañeros de clase, pringando de espuma de afeitar a los profesores y padres que tuvieron el valor de acompañarnos en nuestro viaje de fin de curso a Mallorca. Y el grupo de 8-10 energúmenos con ganas de cachondeo, a las tantas de la madrugada, invadimos el enésimo balcón.

Las cuatro chicas que estaban dentro de la habitación fueron más rápidas que nosotros y consiguieron cerrar a cal y canto la cristalera antes de que consiguiéramos entrar. Y nosotros, como si fuésemos una manada de zombies arañábamos los cristales con las manos y caras llenas de espuma de afeitar, escribíamos mensajes en los cristales con la misma espuma ante la risa de ellas, que se veían a salvo detrás de aquel cristal pringado por nuestros dedazos.

Yo enfrascado en mi tarea de dejar un mensaje al revés en el cristal, para que fuese legible desde dentro, de pronto escucho una voz grave detrás mía que me pregunta: "¡Eh, tú! ¿Qué haces?". Me giro y de pronto me encuentro totalmente solo, delante de un guardia de seguridad que me mira con cara de pocos amigos. La sangre se me paró. Me quedé blanco. Estaba tan ensimismado en escribir el mensaje que no me di cuenta de que los demás habían huido del guardia de seguridad y yo me quedé allí solo, comiéndome el marrón. Pensé por un momento en la imagen que estaba dando: un chaval de 17 años, que intenta entrar en una habitación ajena a través del balcón, con una barba blanca hecha con espuma de afeitar y una toalla al hombro. Y no se me ocurrió otra cosa mejor que contestar: "¡Pues nada! ¡Qué soy Papá Noël y estoy intentando entrar para dejarles unos regalos! Pero no me quieren abrir."

El segurata al que no le queda más remedio que reírse, se asoma al balcón de al lado y pregunta: "Y vosotros, ¿Qué hacéis?". Me asomo yo también al balcón de al lado, sin saber quién había allí, y encuentro a Lolo y Monty, a oscuras, sentados a ambos lados de una mesa vacía, con las caras aún llenas de churretes de espuma de afeitar y haciendo gestos con las manos simulando que tiraban algo encima de la mesa para después volverlo a recoger. - "¡Pues jugando a las cartas!" - contestan.

El de seguridad, que un día fue joven y alocado como nosotros, nos despachó con un simple: "¡Venga anda! Limpiad eso y volved a vuestras habitaciones".

Cuando empezamos a limpiar el estropicio con las toallas que llevábamos al hombro, las chicas de la habitación, amablemente abrieron y salieron a ayudarnos. Entre 7 personas acabamos la tarea bastante rápido. Así que cuando terminamos de limpiar, pasamos un momento a la habitación donde, después de darles las gracias por la ayuda y pedir perdón por las molestias, estuvimos charlando un rato con ellas, escuchando música y riéndonos de lo absurdo de la situación.

Así fue aquel viaje. Absurdo. Alocado. Inolvidable.

Lluvia de sillas

En el mítico viaje a Mallorca que hicimos con el instituto hay una cosa que creo que nos quedo a todos muy claro:Hay mucha rivalidad con Portugal.

El complejo de apartamentos era enorme y en cada bloque como había varios viajes de institutos tanto nacionales como internacionales pues parecía que cada uno era de un país o una comunidad autónoma.Así había madrileños,vascos,gallegos....y portugueses.Una noche después de haber cenado,nos dieron la noche libre para ir donde quisieramos.Nos arreglamos y al salir al patio (véase la foto) vimos que había mucha gente.


Un gran escandalo se adueñó del patio,gritos,cantos y un alboroto ensordecedor.De la nada,una silla de plástico de una terraza cayó al patio,y al alzar la mirada a los balcones de los apartamentos,vemos a los portugueses asomados gritando y tirando cosas (como los orcos del señor de los anillos).Otro objeto cayó,esta vez una mesa.Pero en ese momento,nos hicimos fuertes los españoles (que patriótico,eh?) concentrados en el patio y empezamos a cantar:

¡Que viva España!lalalalalalalalaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡que viva España!

Eso fue el detonante,porque los portugueses se pusieron como perros rabiosos.Yo creía que eso acataría como el rosario de la aurora,pero después de esos momentos tensos,los profesores nos dispersaron.Al día siguiente a Alex y Jose,que tenían su habitación en un bajo les robaron la mesa y las sillas.También nos robaron a "nuestras mujeres",pero eso es otro tema a contar sobre el honor y la amistad.

Por el tiempo que nos queda y los recuerdos por vivir.

Ya ni siquiera pienso en aquellos días, las anécdotas solo son el recuerdo de lo que una vez fui. Mis viejos amigos de instituto hoy no son mis viejos amigos, son los amigos que han evolucionado conmigo, los que nunca han formado parte del recuerdo, sino del presente, y las anécdotas de instituto son solo una parte de lo que algún dia escribiremos junto con lo que hemos vivido desde entonces, lo que vivimos y lo que viviremos, porque no es un pasado común lo que nos une.

Recordemos el pasado, pero vivamos el presente y soñemos con el futuro de la misma manera, juntos y a lo bestia, y que nos recuerden en nuestro funeral, por el tiempo que nos queda y los recuerdos por vivir.